Comer bien, hacer ejercicio y visitar al médico con regularidad son hábitos propios de personas sanas. Así que, siguiendo estos preceptos, usted está perfectamente, ¿no?
No tan rápido: hay muchas personas que, a pesar de seguir estas normas, tienen hábitos peligrosos para su salud. Aquí le señalamos cuáles son esos errores comunes y cómo evitarlos.
No pierda horas de sueño
Estará arriesgando su salud si en su apretada agenda no caben las horas suficientes de sueño. Un estudio reciente realizado con ratones demostró que unos hábitos de sueño adecuados son fundamentales para un metabolismo sano y que, incluso una pequeña desviación de esos hábitos, puede tener serias consecuencias para la salud. Quedarse despierto hasta tarde para ver su programa favorito, quitándole horas al sueño, puede aumentar el riesgo de padecer obesidad y diabetes.
Cuidado con los suplementos alimenticios
Tratándose de vitaminas y suplementos alimenticios, consumir más no siempre es mejor. De hecho, el exceso de lo bueno puede resultar dañino. La mayoría de las personas tiene alguna deficiencia de vitaminas y minerales esenciales.
Es mejor proveerse de vitaminas y minerales sin tomar pastillas: comer vitaminas siempre es mejor y ¡más sabroso!
No intente perder peso haciendo ejercicio solamente
El ejercicio regular es básico para una buena salud y para mantener un peso adecuado, pero no le hará perder peso a menos que reduzca al mismo tiempo su ingesta de calorías.
Hoy día, una dieta saludable no significa una comida insípida y aburrida, ni tampoco tener que seguir un plan de alimentación complicado. La moderna tecnología de alimentos ha permitido desarrollar productos adecuados de la máxima calidad. Para casi cualquier alimento del mercado, desde la leche hasta el chocolate, existe un sustituto apetecible y saludable, en diversas opciones: bajos en grasas, libres de grasas, sin azúcares, o bajos en calorías. Y las normas de etiquetado existentes hacen que sea fácil encontrarlos.
¿Come suficientes frutas y verduras?
Actualmente, casi todo el mundo sabe que hay que comer al menos cinco raciones diarias de frutas y verduras. Las frutas y verduras son la base de una dieta saludable, y las investigaciones han demostrado que un plato variado y colorido favorece la buena alimentación. Así que, saque su ingenio y experimente diversas maneras de presentar platos agradables a la vista.
Sus amistades ¿siguen una dieta saludable?
Los buenos hábitos de salud son contagiosos…, y los malos también. Cultive amistades con personas cuyos hábitos saludables le gustaría tener y anime a sus familiares y amigos a seguir buenos hábitos. Ya sea con sus hijos o con su perro, o con su vecino de al lado, hacer ejercicio en compañía ayuda a mantener un estilo de vida saludable.
Vigile la cantidad de sodio en sus comidas
Es probable que usted vigile sus calorías consumiendo alimentos y bebidas con edulcorantes bajos en calorías como el aspartamo, en vez de azúcar; y también, seguramente, que evite las comidas con grasas saturadas. Pero, ¿qué hay del sodio? Este es el ingrediente que suele ignorarse a la hora de hablar de problemas de peso.
Prácticamente todas las personas en Norteamérica se beneficiarían de una reducción del sodio en su dieta. Evite o reduzca el consumo de alimentos que contengan más de 200 mg de sodio por ración. Consulte la etiqueta de información nutricional del envase.